Eric bebe un largo trago de cerveza y me grita: "El Ritual del Kaoz es una rebelión en nuestra vida. Somos una ceremonia del desorden". No hay tambores, pero el ruido asciende por el túnel 48 del Estadio Azteca. Estoy en medio de la celebración de una tribu: el América ganó en penales este juego y desde el inicio hasta el final, la barra conocida como Ritual del Kaoz no ha dejado de cantar, de alentar y de empujar. Ése es su ritual. Un nombre así no se olvida fácilmente, se adhiere. Su origen es mítico: cuando Isra lo propuso en una chelería, hace 15 años, inspirado por Los Rituales del Caos de Carlos Monsiváis, comenzó a sonar la canción " Botas Negras " de Radio Kaos. En ese instante se despejaron todas las dudas. Era un designio, un llamado sobrehumano excitante. Tomaron el nombre como escudo y horizonte. Fueron cinco los padres fundadores, quienes decidieron romper con La Monumental y terminaron iniciando una barra que denuncia la lógica del fútbol moderno...